jueves, octubre 11, 2007


Cuando el paso se hacía apretado y como más convincente, me descubro distraída mirando hacia atrás, embelesada, reconociendo en lo más hondo lo vivido. Se me encoje el corazón de un soplo. Cuántos sueños juntos. Cuántos momentos rotos. Recuerdo perfectamente cuándo me alejé. Recuerdo perfectamente cómo me dolió. Se me empaña el corazón de un rojo. Pedazos, restos, vestigios de lo que no fue. Todo ahí dentro, bien guardado, apretando el paso y convenciendo... Pedacitos inconexos, ahí tirados, todos bien juntitos, asomando. Bueno, pues me detengo y los escudriño. Qué fuerza tienen. Cuánto son lo que soy! Primero lloro, luego me avergüenzo para llorar otra vez. Recuerdo perfectamente. También fui feliz... y tan real! Cómo no volverse estatua de sal al mirar atrás. El corazón, el corazón me pide un respiro. Me enseña el camino donde todo cabe.

1 Comments:

At 11:04 p. m., Anonymous Anónimo said...

pure mixalizing.

 

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