domingo, marzo 29, 2009

Fotograma a fotograma


Es justamente cuando el peso de una mirada lleva consigo el sentido que los huecos, que al parecer existían, devuelven espacio sin vacío.
Si al parecer, cuando todo existía por separado, uno sólo podía tropezar con los bordes, el peso de una mirada proporciona dimensiones adecuadas en las que moverse a gusto.
Respiro incluso desde mi centro hasta exactamente el otro lado de todos los lados, imposible determinar los bordes, se va de un infinito hasta otro, que sólo puede ser el mismo.
Me callo para dejar que el espacio hable, comunica que ya estoy aquí y que ya he llegado. Bienvenida y adiós no forman parte del discurso- El contenido lo doy yo, y es así que todo se vacía y luego se llena de la misma manera y sencillamente. Tenemos suerte porque al fin somos nosotros. Ya no necesito un plan. Colaboro.

En un tren, 27/03/09, 17:20.

2 Comments:

At 1:35 p. m., Anonymous Anónimo said...

Una vez desapareciendo, desaparecí.
Y me convertí en voz marinada.
Me convertí en culebra reptando por una pared móvil.
Llegué a ser un agujero en la columna y en mi sistema nervioso, terminé lento y asustadizo.

Sigo instantaneo, efervescente,loco y profundamente complejo...

cuídate nadadora

 
At 2:44 p. m., Blogger Chamirú said...

Como siempre, se me quedan cortas las palabras. Cortas como la vía del tren. Ese que debería de cruzar océanos pero que -haciendo lo mejor que puede- se nos acaba siemre en las trincheras.

De tan sólo mirar el título (fotograma) y de tan sólo pensar mi última palabra (esa misma), no puedo sino asumir que las ideas no nos pertenecen ni de coña. Quién sabe por qué. Quién sabe cómo: Pero todos, bajando del aeroplano ese de Huidobro, acabamos pensando lo mismo.

Y sí: Que ni los bordes, ni los lados. Ni los imposibles ni tampoco el discurso de cualquier espacio. Que nadie se atreva a pretender que bajo sus alas dormita salvación alguna.

La salvacíon, como queda claro, no tiene plan alguno. Requiere -solamente- un tanto de colaboración. Y de cuando en cuando, unos buenos besos.

La semana próxima comienzo a estudiar catalán. Y no sé porqué. Simplemente se me antoja.

 

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