Teledirigida

De repente me encuentro enfrente de todos vosotros, pensamientos de reflexión, meditaciones varias, proyecciones múltiples, sentimientos tornasolados para estos días últimos de un año que ya se acaba. Y podría deciros en alto que os respeto a todos, que os asomáis por miedo a que os olvide, que pensáis que no me doy cuenta de cómo pasa el Tiempo, que ignoráis que me permito el lujo de soñar a lo grande y desear lo mejor... Pues ahí van mis buenos pensamientos y os miro a los ojos y os digo:

"Que moverse con valor no tiene precio,

que crecer en el honor no está anticuado,

que la suerte se hace a cada momento

y que el camino ya es nuestro, a vuestra vera lucho."

Ser caballero loco o escudero incierto... Soy la punta de la lanza, soy el sentimiento de hendir, soy la fuerza del momento, la potencia del caballo, la destreza del caballero...

Os vivo exclusivamente y eso es suficiente para mí. Gracias.

Conociendo a un ángel

Poco a poco empiezo a reconocer cómo se mueven los ritmos, que los brillos y destellos no son simples alucinaciones frías de un cerebro enfermo.

Todos los miedos vectorizados, todas las obsesiones equilibradas, mis sueños increíblemente vivos... Escucho tímidamente y me lo empiezo a creer todo... Cómo cuesta darse cuenta, qué difícil desaprenderse.

Lo recuerdo todo bajo un prisma nuevo. Más, siempre más... Cómo me gustaba quererte y oirte decir cosas tan bellas. Si te hubiese conocido. Si no te hubiese conocido. Doy gracias al cielo y a esta distancia dulce en mi corazón por haberme topado contigo. Quizá te encuentre de nuevo... y te querré más. Conocerte y desconocerte a la vez, y abrazarte fuerte al vernos, como a un viejo amigo que se reencuentra al cabo del tiempo, después de todo, y sin que se hubiese ido jamás. Yo más.