viernes, diciembre 22, 2006

Absorta


Hay veces en las que gritar sabe a poco. Mi garganta necesita de otras cuerdas para articular lo que siento. Mi voz debería modularse en el tiempo dimensional de mis sentimientos. De repente, las secuencias fónicas ya no tienen sentido si sólo van a ser lineales con mis pensamientos... Creo que lo tengo todo. Creo que ya sé qué hacer. Me siento como un sonajero histérico en la mano de un bebé apacible. Mirar profundamente dentro de todo, desde fuera, para volver a entrar... Gritar siempre sabrá a poco. Hay veces en las que sentir sólo me inunda más y por eso me absorbe.